Sonidos en Letras....

12 diciembre 2006





Divididos - La Trastienda Club, Buenos Aires - 09 de Noviembre de 2006





Diría yo, que es por mucho, el mejor concierto al que he ido. Dividios es mi banda favorita, creo haberlo dicho antes... Verlos tocar en casa, en un excelente local, con un sonido impecable, en primera fila, tomando una rica Quilmes argentina, es lo que cualquier fan desearía.


La primer aparte del show comienza con los chicos, pacíficamente acústicos. Diego, siempre concentrado... Catriel, el batero, le da a los bongóes con serias intenciones de desarmarlos, y Ricardo, toca su guitarra suavemente, y llena con su voz, todos los espacios... Muchas de las canciones de Divididos están preparadas para ser tocadas con este sonido de cuerdas limpias... De hecho, el concierto parte con Haciendo Cola para Nacer, y le siguen, Par Mil, Pepe Lui, Brillo Triste de un Canchero... Otras, en cambio, más rockeras, fueron con maestría adaptadas: Vida de Topos, Tanto Anteojo, La Ñapi de Mamá...

Las cortinas se cierran... un pequeño descanso, y aparecen Diego y Ricardo en el escenario, con un instrumento rarísimo, bajo por un lado, guitarra por el otro, que ambos tocan, dando vueltas, y vociferan la letra, tras unas máscaras... Freak!

La cortinas se cierran nevamente. Tras las cortinas se oyen carreras en un sentido y otro, transporte de equipos, instrucciones silenciosas... Las luces de La Trastienda vuelven a apagar, y aparece "La Aplanadora". Suenan los mismos acordes de La Ñapi de Mamá con los que se despidieron del bloque acústico, pero esta vez con aquella potencia y fuerza que a los fanáticos nos ha cautivado por años... Y tocan todo, pasan por todos sus discos, tiran los temas más salvajes a la parrilla: Cabeza de Maceta, Tanto Anteojo, Nene de Antes, Azulejo, Salir a Asustar...

El concierto comienza a llegar a su fin... Indignados, el público comienza a exigir más y más... Ricardo mira a Diego esperando su consentimiento, Diego dice que está cansado... los años no pasan en vano... Ricardo da los primeros acordes del 38, Catriel lo sigue, y Diego después de una sonrisa acusadora, también. Sigue Basta Fuerte, y se despiden... Viene el desborde todos de pie, al escenario, los chicos reparten los souvenirs típicos: uñetas, cuerdas, baquetas... Yo, impresionada, solo atino a sacar mi escondida cámara fotográfica (el local no permite el ingreso de filmadoras ni cámaras, y durante todo el show, gorilas guardias persiguen a los porfiados que insisten en fotografear a los músicos)... Asi logro el único y pobre registro visual de ese concierto... aun cuando el recuerdo más importante queda en mi memoria...


Comentado por FrancisK :: 10:56 :: 2 Mojadas de Potito...:

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