Sonidos en Letras....

30 marzo 2006

Cristal En Vivo II


Deep Purple - Pista Atlética Estadio Nacional - 26 de marzo de 2006

Cuando se vive en la parte de atrás de la rodilla del mundo, se está condenado a ver a las grandes leyendas de la música, en general, y del rock, en particular, cuando los períodos de gloria han pasado hace harto rato... Cuando bandas en el apogeo de sus carreras, deciden darse una vueltita por Sudamérica y aterrizar un par de horas en Chile, entonces ocurren los fenómenos que se vieron los últimos años con Placebo, Pearl Jam o U2... caos total para conseguir una entrada...


Deep Purple ha venido tres veces a Chile, todas las cuales ocurrieron entre la década del 90 y la que vivimos. Uno de sus conciertos, tristemente recordados por la caída de una torre de equipos en cancha, y que dejó varios heridos. Otros, con impotencia recuerdan no haber podido siquiera entrar al Santa Laura, porque la productora vendió más entradas de la capacidad del recinto.


Yo nunca vi a Deep Purple las venidas anteriores... Esta fue mi primera vez, y tal vez, la última. Mis expectativas eran nulas... Más bien, fui como una forma de cumplir con la obligación que tiene todo fanático de una banda, de ir a verla cuando visita su país. Esa misma falta de expectativas fue la que jugó a mi favor en mi impresión acerca de Purple en vivo.


De los 5 integrantes de la banda, sólo 3 forman parte de las fomaciones clásicas de Purple. Steve Morse ha venido a reemplazar lo irremplazable: No solo el sonido de Ritchie Blackmore es difícil de imitar, sino también la ejecución que mezcla limpieza en el sonido y potencia, difícil de encontrar en el rock clásico. Nadie dudaría de las capacidades interpretativas de Morse en la guitarra... pero lo cierto es que no hay fidelidad en él... simplemente, no suena a Purple.... un timbre demasiado brillante y puntudo le quita peso a la banda...


Don Airey en los teclados, en cambio, logra hacer la pega. Se recuerda a Jon Lord de alguna manera, y se agradece lo poco invasivo de su ejecución.



Glover, Paice y Gillan son los jefes... Los años sin duda, no han pasado en vano por ahí... si bien Ian Paice sigue siendo un TREMENDO batero, esos redobles característicos no se escuchan tan a menudo, pero el viejo se entrega y suda... Fácil será mantener el pulso, dos cortes, tres platillos y pa la casa... Gillan con su voz notoriamente disminuida nos regala los últimos y opacos gritos, y en cada uno de ellos, el público celebra como agradeciendo la fuerza de voluntad más que la fuerza vocal.



La noche transcurre en un repertorio con falta de clásicos, tal vez, por el reconocimiento al Deep Purple de hoy, que aun hace mover la cabeza de muchos...


Comentado por FrancisK :: 12:19 :: 0 Mojadas de Potito...:

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