Sonidos en Letras....

27 febrero 2006




U2 – Vertigo Tour 2006 – Estadio Nacional, Santiago de Chile – 26 de Febrero de 2006.

Me pregunto si a lo menos una de las decenas de miles de personas que anoche tuvimos el privilegio de ver a U2, en su visita a Chile, imaginaron lo que viviríamos ese par de horas en que la banda irlandesa, literalmente nos bendijo con su presencia.

Se me hace difícil hablar de la experiencia, y más aún, escribirla. He estado en conciertos llenos de nostalgia, en conciertos potentes, en conciertos bien producidos, en conciertos emocionantes... Nunca estuve en uno que uniera todo lo anterior, y con creces.

Después de la experiencia, se entiende todo. La merecida y poco inflada trayectoria de U2, su total vigencia hasta nuestros días, la postulación de Bono al Nobel de la Paz, la histeria por conseguir sus entradas, el Nacional colapsado.

Lo tocaron todo: lo más oreja, lo más bonito, lo más nuevo, lo más clásico, lo más significativo. Pero lo más importante, es que U2 no vino solamente a tocar... ellos logran el contacto, la comunicación, la emoción, un sonido y ejecución impecables. Es lo que resulta de darle sentido a la música y a la palabra, poner al servicio de la humanidad el talento que se recibe.

U2 y, en particular Bono, despojan la consigna de “Paz y Amor” de cualquier añejo aroma hippie. Sin panfletos, sin sentimentalismos baratos, sin connotaciones políticas. En ocasiones no bastaba con gritar sus canciones, era necesario oír ese Estadio lleno como nunca antes. En ocasiones bastaba con cerrar los ojos. El silencio se hizo escuchar, cuando los primeros artículos de la convención de la Declaración Universal de Derechos Humanos desfilan por la pantalla gigante que sirve de marco al concierto. Nadie pudo quedar indiferente cuando en la misma pantalla, la banda alude al concepto y posibilidad de CoeXistencia entre Israelitas y Palestinos, donde la C es la simbólica luna musulmana, y la X, la estrella de David. Todos nos sentimos un poco más americanos cuando en la introducción de “Where The Streets Have No Name” el sueño bolivariano aparece en las pantallas, desfilando todas las banderas de Latinoamérica por la pared visual. Mis ojos estuvieron en lágrimas, en muchos momentos.

Se transforma en un honor que la bandera chilena cubra por completo la chaqueta que Bono vistió al comienzo del concierto... ¿Alguien podría pensar que lo que busca es ganarse al público?... Aquel que ha recorrido el mundo entero, llega a Chile no a encerrarse en un hotel, sino a reunirse con el Presidente, a recibir un premio, a conocer a la Presidenta electa, a ver el monumento del Presidente Allende, a empaparse de aquella historia que conoce en letras, y que para nosotros, es parte del paisaje cotidiano. Se toma la molestia... se da la paja de conocernos.

U2 nos regala un espectáculo hecho de detalles, más allá de la grandeza de su música, donde no hay espacio para la distancia.
(Fotografía de José Miguel Pérez, El Mercurio)

Comentado por FrancisK :: 09:49 :: 7 Mojadas de Potito...:

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